Extractos del Diario de Adán por Mark Twain

Tomado de los Diarios de Adán y Eva, este fragmento de los Extractos del Diario de Adán describe la incomodidad ante la presencia de la figura nueva y extraña de la mujer; la negativa a compartir los objetos y los espacios; la soledad, el silencio y la libertad vividos como elementos positivos y añorados ante la invasión del otro en los tiempos previos a la ¨caída¨, el momento a partir del cual salimos de lo puramente individual para entrar en un mundo compartido...

     Lunes.- Esta criatura nueva de pelo largo es bastante entrometida. Siempre está dando vueltas a mi alrededor, siguiéndome a todas partes. No me gusta esto; no estoy acostumbrado a la compañía. Ojalá se quedase con los demás animales... Está nublado hoy, hay viento del Este; creo que nos tocará lluvia... ¿nos? ¿De dónde saqué esa palabra? Ahora me acuerdo: la criatura nueva la usa.

     Martes.- Estuve investigando la gran caída de agua. Es lo más lindo del lugar, creo. La nueva criatura la llama Cataratas del Niágara; el por qué no estoy seguro de saberlo. Dice que parecen las Cataratas del Niágara. Esa no es una razón, es mero capricho e imbecilidad. No tengo manera de ponerle yo el nombre a nada. La nueva criatura le pone nombre a todo lo que se le aparece, antes de darme tiempo siquiera a protestar. Y siempre con el mismo pretexto: parece tal cosa. Por ejemplo, el dodo. Dice que no bien uno lo mira, se da cuenta de inmediato de que ¨parece un dodo¨. No hay duda de que tendrá que quedarse con ese nombre. Me fastidia tener que enojarme por estas cosas y, de todos modos, no tiene sentido. ¡Dodo! Se parece a un dodo tanto como yo.

     Miércoles.- Me construí un refugio para la lluvia, pero no pude disfrutarlo en paz. La nueva criatura se entrometió. Cuando intenté echarla, dejó caer agua por los agujeros con los que mira, y se los limpió frotándose con el dorso de sus garras, y produjo un ruido como el que hacen algunos de los demás animales cuando están lastimados. Ojalá no hablase; está siempre hablando. Esto suena como una burla fácil a la pobre criatura, una difamación; pero no es esa mi intención. Nunca he escuchado antes la voz humana, y cualquier sonido nuevo y extraño que moleste la quietud grave de estas soledades de ensueño ofende mi oído y suena como una nota falsa. Y este sonido nuevo está tan cerca de mí; encima de mi hombro, justo en mi oreja, primero de un lado y después del otro, y yo estoy acostumbrado a sonidos más o menos lejanos.

     Viernes.- La actividad de poner nombres a todas las cosas avanza de manera temeraria, a pesar de lo que yo haga. Tenía un nombre muy bueno para el lugar, era musical y elegante: JARDÍN DEL EDÉN. En privado sigo llamándolo así, pero no más en público. La nueva criatura dice que es todo bosques y rocas y paisajes, y que por lo tanto no se parece en nada a un jardín. Dice que parece un parque, y no se parece a nada sino a un parque. En consecuencia, sin consultarme, le ha puesto un nuevo nombre: PARQUE DE LAS CATARATAS DEL NIÁGARA. Esto es el colmo de la arbitrariedad, creo yo. Y ya hay un letrero:

NO PISE
EL CÉSPED

      Mi vida ya no es feliz como lo era antes.

     Sábado.- La nueva criatura come demasiada fruta. Lo más probable es que se nos acabe. ¨Nos¨ otra vez: esa palabra que eso suele usar; también yo, ahora, al escucharla tanto. Mucha niebla esta mañana. Nunca salgo cuando hay niebla. La nueva criatura sí lo hace. Sale bajo cualquier clima, y entra chapoteando con los pies embarrados. Y habla. Este solía ser un lugar tan agradable y tan calmo.

     Domingo.- Pasable. Este día va a ser cada vez más y más difícil. Fue seleccionado y puesto aparte en noviembre pasado como día de descanso. Antes tenía seis por semana. Esta mañana encontré a la nueva criatura tratando de arrancar manzanas de aquel árbol prohibido.

     Lunes.- La nueva criatura dice que su nombre es Eva...

1 comentario: